¿Por qué la gente que se pierde en el desierto “ve” un
espejismo?
Nuestros sentidos nos proporcionan datos puros acerca del ambiente; a menos que interpretemos esta información, el mundo no sería otra cosa que “una confusión tronante y zumbante”, como dijo William James (1890). El ojo registra patrones de luz y oscuridad, pero no “ve” un ave revoloteando de rama en rama.
El tímpano vibra de una manera particular, pero no “escucha” una sinfonía. La percepción consiste en descifrar patrones significativos en la maraña de la información sensorial.
La percepción tiene lugar en el encéfalo. Usando la información sensorial como materia prima, el encéfalo crea experiencias perceptuales que van más allá de lo que sentimos directamente.
El primer plano de la pintura de Signac, Saint-Tropez en una tormenta eléctrica, corresponde a la sensación: meras “señales” de color (vea la figura 3-22). Sin embargo, vistos como un todo, esos puntos se convierten en una pintura, una ilustración gráfica de cómo la percepción transforma las meras sensaciones en un todo significativo.
Primer plano de una pintura puntillista (arriba) y la pintura entera (abajo).
Fuente: Signac, Paul (1863-1935). Saint-Tropez en una tormenta eléctrica. Musee de
l’Annonciade, St. Tropez, Francia. Reunion des Musees Nationaux/Art Resource, NY